jueves, 16 de abril de 2009

Imagen feliniana

Una vez acabada la S. S. y ya en casa paso a contar lo que supusieron estos días en el pueblo.
Llegamos, cual aves de rapiña, dispuestos a "arramblar" con lo que hubiese en la carnicería del pueblo. (Muy buenas longanizas, por ejemplo). La cooperativa del campo tampoco quedó sin rapiña, por nuestra parte. (65 l. de aceite del pueblo, que no le envidia nada en absoluto al del bajo Aragón)...
Era todo un alivio salir del tráfico de la ciudad y respirar la tranquilidad del campo. Reencontrarme con los amigos y vecinos, saludar a unos y a otros.... Vamos, lo típico.
Siempre he estado convencida de que, aún siendo de pueblo desde que mis padres me llevaron allí, a los 5 días de nacer en la "capi", tengo espíritu urbanita total. De hecho prefiero el ajetreo de Conde Aranda, calle donde he acabado viviendo, a la paz de Valdefierro, sitio donde tengo mi casa autentica.
Cuando la gente me dice que como puedo vivir con semejante jaleo yo siempre respondo lo mismo.... "Para tener calma y paz ya tengo el pueblo. A mí me va el barullo."
Es todo un placer salir a la puerta de casa y encontrarme con todas las tiendas, por ejemplo.
El pueblo es calma, demasiada para mi gusto, como me canso de repetir.
Da gusto ir allí de vez en cuando, sumerjirme, de nuevo, en su ritmo sosegado, sus costumbres ancestrales, su paz beatífica, pero solo de vez en cuando.
La S. S. es una oportunidad de ver las calles llenas de gente, de oir bullicio, ver vida, a la definitiva.
Las procesiones, "oficios" y demás actos religiosos congregan a los habitantes de allí y a los "satélites".
Siempre te encuentras con algún familiar que vive en Madrid, Barcelona etc... Te alegras de verlos, realmente, pero, al cabo de dos o tres días ya añoras la vida de la capital.
Pero me estoy alejando de la idea que tenía medio desarrollada en mi cabeza para la entrada de hoy:
"La imagen feliniana".

El Jueves Santo, como ya expliqué en una entrada anterior tenemos, en el pueblo, la procesión del "Encuentro".
No repetiré la trama de esta procesión, pero si que os contaré lo que ocurrió este año.
Amaneció un día húmedo y plomizo, frio, desangelado...
Todos andabamos mirando al cielo como dice nuestra canción... "Estamos mirando al cielo, por ver si nos cae el agua y, cuando menos lo esperamos, nos cae una pedregada".
Los ánimos estaban alterados por la espera incierta de la hora de la salida.
Las cofradías estaban prontas para hacer los toques de honor en la salida de las imagenes de la iglesia.
Todos en grupo detrás de los "pasos", subiendo al "Calvario" para cumplir con la tradición del "Encuentro".
Nos encaminamos al monte con reluctancia pues todos, quien más y quien menos, sabíamos con seguridad que iba a llover a mares. La única duda era el "cuando"...
Llegamos al Calvario, se hizo el "Encuentro", se cantó la emocionante jota en honor a la Madre y al Hijo y reemprendimos el camino de vuelta. De momento nos habíamos librado de la lluvia. La imagenes no habían sufrido desperfectos.
Pero hete aquí que, como unos quinientos metros antes de llegar a la iglesia, empezó a llover.
En ese momento se rompió toda la magia del momento, todo el recogimiento....
Todo el mundo empezó a correr y, al darme la vuelta, ví algo que me impactó. No porque fuese algo tétrico, ni ridículo, sino porque se salía de todos los cánones que tengo en mente sobre las procesiones:
Allí estaba el "Nacareno", cubierto con un plástico blanco que volaba al viento como una bandera desplegada.
Las luces del "paso" le daban un aspecto irreal por completo, haciendo extraños juegos de luces y sombras sobre la imagen.
La "Dolorosa" también llevaba un plástico cubriendola, con tan pala suerte que se había roto y, la cabeza de la imagen sobresalía de la capa improvisada.
Una imagen absolutamente feliniana, que me vino a la mente de forma totalmente por libre asociación y que me hizo evocar esa película de Fellini donde el mundo de los sueños se confunde con el del "más allá" y con la realidad:
"Julietta de los espíritus".
Un Universo incongruente y divagante... Así ví yo, en aquel momento la procesión. Cual imagen onírica y subrealista. Con juegos de sombras como los sueños, incierta, extraña y, mientras tanto, todo el mundo corriendo y "bailando" las imágenes de forma exagerada, nada ritmica ni emotiva. Perdida toda la gracia del paso ritual de los costaleros que portan los "pasos".
Una triste Semana Santa, pasada por agua.

Besicos

4 comentarios:

  1. Yo, que no siento nada por ningún Dios revelado (el Dios, si lo hay, lo he de sentir a mi manera, según mis propias apreciaciones y sentimientos...), noto un cosquilleo sobrecogedor en esas largas filas de capuchinos, sobretodo cuando se dan cita en grupos silenciosos.

    Es un espectáculo grandioso, en el que la religión (o agnosticismo, o lo que sea cada cual) no tiene importancia. Sólo la imagen de hombres y mujeres descalzos, en procesión. Puro sentimiento.

    No tengo más tiempo, amiga. Ya pasaré en otro momento y extenderé mis comentarios... :)

    Un beso.

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  2. No creas que yo tengo fé en ningun tipo de Iglesia, hermi. Este tipo de cosas las siento por tradición, no por devoción.
    Desde luego es cierto que es toda una gran parafernalia esto de la religión.
    Recuero la visita que hice a Roma, hace años.
    Fuimos con un grupo de latino- americanos y, ellos, son mucho mas creyentes que nosotros.
    Yo me hubiese quedado muy a gusto en Asis, para ver su catedral y todo el arte que conlleva, pero, los compañeros eligieron ir a Roma (era miercoles, día de "exhibición del Papa, lo de exhibición lo digo con toda la intención del mundo, pues era eso, puro y duro exhibicionismo Papal. Solo le faltaba salir gritando lo de... "Benvenutti" al mas puro estilo Miguel Rios). Me pareció ridículo estar aguantando dos horas a un señor qeu no me decía nada soltando el mismo "rollo" en un montón de idiomas diferentes.
    Como ves, realamente no es por fé lo de la S. S.
    Besicos.
    Gracias por pasarte por estos lares.

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  3. Hola Wivith,
    Iré por partes ;)...ais....así no me lío ;)

    1. Ciudad/Pueblo:
    Explicas con muuuucha gracia esa visión urbanita que tenemos los que vivimos en ciudad, pero nuestra raíces están en un pueblito con sus propias señas de identidad.
    Supongo que hay momentos para todo. Es posible que en unas épocas sea más "fácil" vivir en la ciudad y otras más "saludable" un pueblo.
    La vida, muchas veces, nos lleva por caminos extraños. Creo que me costaría irme a vivir lejos de una gran urbe.....No sé, me has hecho pensar ;) ;)

    2. Las procesiones:
    Me ha encantado el relato que has realizado sobre como "viste" la salida de ese paso.
    En Barcelona exite una Cofradía laica ("15+1"). Sus pasos son multitudinarios.
    Cuentan que la Iglesia no deja de "hacerles la pelota" para bendecir sus imágenes....y los cofrades no quieren.
    Creo que el origen del desacuerdo nace en los inicios humildes de la Cofradía. Es una especie de revancha ante la falta de apoyo que tuvieron al nacer.

    Uff...disculpa este rollo sin sentido ;P

    Cuidate muuuucho.
    Abrazotes enormes, de corazón.
    Pd: Besotes a Uzume

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  4. Hola Lu:
    LO que cuentas de la cofradía de Barna me suena mucho. Creo que ha salido por televisón y todo.
    Lo del "paso" de S. S. de mi pueblo es que me resultó todo un flash eso de oir... "corre que va llover a mares", darme la vuelta y ver, detrás justo nuestro el pobre "paso" con el plástico desarbolado.
    No sabías si partirte de risa o "acojonarte", porque, quieras que no, son imagenes que tienen bastantes años y son como "nuestras", no se si me entiendes...
    Que sentimos que si les pasase algo nos pasaría a nosotros también...
    Mi pueblo, sin pertenecer al bajo Aragón, tiene una gran tradición de procesiones y llegan a venir a ver nuestra procesión de viernes santo desde Calatayud, por ejemplo.
    Es un pueblo pequeño ( Unos 1200 habitantes) y, en la procesión de Viernes llegan a salir 900 personas, así que imaginate lo que supone para nosotros lo de salir en la procesión.
    La gente, normalmente, no va "ala procesión", sino que va "en la procesión".
    Los que, por suerte, tenemos casa dentro del recorrido somos envidiados esos días porque tenemos imagen de primer plano de lo ocurre dentro del acto.
    Es curioso, si, muy curioso.
    Besicos.

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